Yo le salvé la vida de Margarita cuando nosotras estábamos haciendo montañismo en una gran montaña en Mexico. Un día, recibí un texto de Margarita, “Quieres subir una montana conmigo?” Nosotras nos encontramos en mi casa y manejamos a montana en Mexico. Comenzamos a las nueve de la mañana, pero cuando nosotras estábamos en medio de la montana, Margarita estaba muy cansada y volvió para atrás. Yo continuaba caminando en la vereda cuando oí un grito. Una roca muy grande estaba sobre la pierna de Margarita. Corrí a Margarita y jalé la roca con toda la fuerza. Finalmente, la roca movió y Margarita podía pararse. Ella estaba muy feliz, ella sobrevivió. Era un día muy horrible para las dos.
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